No hacer búsquedas orientadas hacia lo cuantitativo (conseguir todo lo que se pueda sobre un tema, ver quién puede conseguir más).
Personalizar tus tareas de modo que puedas contribuir al total con un aporte propio.
No formar grupos homogéneos para trabajar en la computadora, sino con habilidades o conocimientos complementarios.
No considerar a la producción concreta como el objetivo final de una tarea, sino a la explicación, justificación o reporte sobre el contenido de esa producción.
No dar tanta importancia a la velocidad que posees en el manejo de una aplicación informática, sino la calidad del trabajo y el método utilizado.
No convertir a las acciones repetitivas en objetivo del trabajo.